La maternidad llegó a mi y me paró de cabeza, me cambio y transformó de miles de maneras. Ser madre ha sido y sigue siendo para mi, un viaje profundo a lugares hermosos, sublimes, maravillosos, de mucho disfrute, de brillo y de luz; pero también es un viaje  a dimensiones desconocidas, intensas, oscuras, abrumadoras y difíciles de atravesar. En este viaje me he perdido millones de veces y millones de veces también me he encontrado y he aprendido muchísimo!. El ser madre está siendo una maestría de la vida para el crecimiento personal

 

Seguro habrás escuchado la frase “ Nace un hij@,nace también una madre” ( y un padre por supuesto, pero en este escrito me referiré principalmente a las madres), de hecho es una frase muy cierta pero sobre todo muy potente.  Yo nací como madre hace 13 años, pero es hace poco que me di cuenta “realmente” que había nacido como tal y todo lo que eso significaba, y que además no era sólo “nacer como madre” sino también, y sobre todo, sostenernos en el tiempo y crecer. Cuando nacemos como madres las cosas se van dando y casi que sin que nos demos cuenta nos embarcamos de manera inmediata y completa al cuidado y crianza de nuestro hij@, el rol de madres se debe activar de inmediato justo cuando nosotras “como madres también acabamos de nacer”. Ocurre entonces un crecimiento en paralelo el del hij@ y el de la madre.

 

A partir de tomar consciencia de mi “nacimiento como madre” comienzo a reconocer que así como nuestr@s hij@s aprenderán a comer, caminar, hablar y más cosas; nosotras madres también iremos aprendiendo lo mismo, aprenderemos como es caminar, hablar, comer y demás cosas ahora como madres. Embarcarse en la crianza de l@s  hij@s  entonces, es embarcarse en la crianza también de nosotras mismas como madres, es decir “autocriarnos”. 

​

Desde la mirada de “autocrianza” como madre, que además viene en mi caso por partida triple, pues tengo tres hijos, los tres diferentes, y los aprendizajes conseguidos con unos no necesariamente valen para otros, aunque si es cierto que hay rutas que ya se marcan desde el inicio y que ayuda mucho; es que aparece en mi esta pregunta inicial y para mi medular ¿Cómo me crio para realmente crecer? ..… y no he encontrado otra ruta mas directa ( y siendo totalmente sincera no necesariamente la más clara y fácil ), que es la ruta hacia dentro, hacia mi interior, hacia ese lugar que alberga, desde la intuición, las imágenes, emociones, y creencias iniciales de cuidado y de crianza que he guardado celosamente y que se han activado con mi ser madre, aquel lugar en el que también guardo recuerdos de la bebe y niña que fui, los cuidados que recibí y los patrones de crianza que me acompañaron a crecer y que gestaron junto con otros ingredientes mi manera de ser y estar en el mundo. 

Entonces, esta ruta de crianza me ha hecho inevitablemente girar hacia mi misma, hacia mi interior,  así me he encontrado con una imagen que siempre me acompaña la imagen de mi ser interior como un “bosque”, un entorno vivo, que se regenera, diverso, pero que también está lleno de misterios, que contiene rutas y paisajes bellos en los que me provoca quedarme, pero muchos otros en los que saldría corriendo. El maternaje vivido de manera honesta, que por cierto no es fácil, ese que acoge todos sus colores y matices, me ha permitido soltar el miedo y visitarlos aquellos lugares oscuros y sombríos y transformarlos;  he tenido entonces que re-crearme, que re-nacer, re-construirme, honrando mis vivencias y cuidados recibidos, haciendo el ejercicio de soltar las creencias y emociones que no necesito, sanando vivencias difíciles y toxicas, transformando varios patrones de crianza y maneras de ser, e inventando y creando muchas nuevas maneras de estar en el mundo… así, así se han pasado 13 años… de pura “Crianza Interior”... y así seguimos….

​

A este viaje hacia adentro que el “ser madre” invita yo le llamo “Crianza Interior”, el ser madre es una invitación  a mirar hacia nosotras mismas, para reconocernos,, alimentarnos, cuidarnos, en resumen “Criarnos,” desde el amor y la compasión, para crecer y sostenernos como madres y mujeres sin perdernos en el camino.

​

En este espacio compartiré mis percepciones, sensaciones, pensamientos, imágenes, historias, reflexiones, ejercicios, preguntas, videos, y todo lo que mi ser madre me inspire; deseando que mis palabras se vuelvan hilos para tejer entre nosotras y acompañarnos en el maternaje, porque nos merecemos ser sostenidas y acompañadas. Creo que todas tenemos un bosque interno con mucha vida, que siempre puede reverdecer.

La crianza es un viaje de doble giro: hacia afuera-hacia nuestros hij@s-pero sobretodo hacia adentro para mirarnos y reinventarnos !.

​

Te invito a dialogar conmigo, a acompañarnos en este viaje de “Crianza Interior” compartiendo equipaje, y tejiendo juntas para crecer.

Te dejo esta imagen, a mi me encanta por colores y matices que encuentro!

Hasta el siguiente post.

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

Shirley

Mamá / Psicóloga / Terapeuta de Artes Expresiva

​

documetshirley@gmail.com

​

​

​

​

​

​

​

Maternar en Tribu

 

Cuando nació mi primera hija me sumergí en las aguas de la maternidad de frente y profundo!! . Estábamos en otro país solos mi esposo y yo y me tocó vivir esa primera maternidad lejos de mi familia. Desee una y mil veces tener al costado a mi madre  para que pueda sentir mi barriga, ver de cerquita el movimiento de mi pequeña dentro, contener mis angustias, calmar mis miedos  y abrazarnos de alegría; cada llamada telefónica era un momento para llenarse de cariño y energía familiar para continuar “la espera” Sin embargo, la novedad del primer embarazo y la emoción de tener esa vida creciendo dentro mío eran compañia que llenaba cualquier vacío;  cuando me embargaba la nostalgia y la tristeza sólo pensaba en que ya estaba acompañada y esa nueva vida me llenaba de energía, me renovaba y me impulsaba a seguir; sin duda alguna mi vida se sentía enriquecida con esta nueva vida dentro.

 

Luego de nueve maravillosos meses nació mi hija Lucía, no puedo explicar la dicha tan grande que sentí al verla, me sentí plena, completa, y feliz. Desde esa dicha y felicidad estaba dispuesta a sumergirme en sus cuidados. 

 

Nos embarcamos  entonces mi bebé y yo en una danza, ahí estaba conociendo a mi hija y conociendo también a mi como madre: conociendo como era yo cuando mi bebe lloraba, cuando no me salía leche, cuando debía cambiarla, cuando me desvelaba, cuando me maravillaba y sorprendía su desarrollo, cuando sentía un amor inmenso, cuando ya no podía más. Sentí que ingrese al tiempo sin tiempo, a un lugar único e irrepetible que mi bebé y yo estábamos creando, casi un mundo surreal, en el que los días eran a veces noches y las noches a veces días… las hormonas por dentro además se estaban reorganizando y la sensibilidad la tenía a tope, era imposible seguir  el ritmo del cotidiano concreto. Sentía que existía un mundo adentro ( el mio y el de mi bebe) y otro  afuera ( el cotidiano concreto).. ...que funcionaban en paralelo…o  a veces también me sentía la mediadora entre el mundo de mi bebé y el mundo real……y yo en el medio, en un lugar un tanto límbico…Entonces ¿qué cosa “loca “ me estaba pasando? … pues era  “la experiencia materna” que me estaba invitando a realmente  transformar todo : desde mis tiempos, hasta la manera de verme a mi misma y de estar en el mundo. El Psicoterapeuta Daniel Stern, señala que cuando nace un bebé la madre ingresa a una “nueva y única organización psíquica que denominó Constelación Maternal…. .. esta constelación-determinará  un nuevo conjunto de tendencias a la acción, sensibilidades, fantasías, temores y deseos”. Eso me estaba pasando!!, tal cual!!.

 

Y las aguas maternas comenzaron a mostrar sus corrientes…habian dias en que fluía hermosamente, las aguas calmadas y  refrescantes. .. y otros en los que simplemente me habitan la inseguridad, y todo parecía un misterio por resolver…para el que yo no tenía ni idea… todo de cabeza…. .yo me convertía en marea alta… en esos días, extrañaba a mil a mi madre, a mi hermana, a mi abuela, a mis amigas.. y a todas las mujeres-madres que conocía, necesitaba a gritos que me mostraran un camino,  que me acompañaran y/o que me dijeran que el camino que yo elegía estaba bien. 

 

 Por esas cosas de la vida conocí la Liga de la Leche y no dude en unirme, no me importo que tuviera que transportarme  en un tramo largo con mi hija a cuestas con tal de encontrarme con otra mujeres que estuvieran pasando la misma experiencia tan única como la mía. Fue hermoso ser parte de un círculo de mujeres, sentirme acompañada en toda esa vorágine de emociones.. fueron  mi cobijo concreto...y me pude recostar en ellas para descansar sin exigencias, porque me comprendía, porque vivían lo mismo que yo!!!!   con ellas podía expresar mis dudas sin que parezcan tontas, sin aparentar nada, podía expresar la dicha inmensa por mi hija, y podía también renegar y expresar mi frustración. A partir de la vivencia en este grupo descubrí la importancia de maternar acompañada.

 

La madre tiene “ funciones maternas” como diría el Pediatra y Psicoanalista Winnicott,  relacionadas al sostener al bebe y cuidarlo para que crezca física-psíquica y emocionalmente saludable. Entonces toda esta sensibilidad a flor de piel y vivencia surrealista son necesarias para que estas funciones se puedan cumplir. Sin embargo, realizar esta funciones se vuelve más difícil si la madre no tiene una red de Apoyo que la sostenga y acompañe. Una Red de apoyo en la que pueda compartir desde  las cosas concretas del hogar  ( para que ella pueda dedicarse al bebe) hasta su propia vorágine emocional. 

 

Stern le llama “Matriz de Apoyo” , menciona que esta debe tener lo siguiente ( y yo estoy de acuerdo)::

• Contribuir a  cubrir las necesidades vitales de la madre. 

• Liberarla, en la medida de lo posible, de las exigencias externas

• Rodearla de apoyo, compañia, valoración, y cariño. 

 

Sin duda todo  hubiera sido mucho más difícil  si mi esposo no hubiera compartido conmigo las labores de la casa  y los cuidados de Lucia, sino  hubiera sido también   mi cable a tierra y mi paño de lágrimas; y si no hubiera encontrado este grupo de mujeres de la Liga de La Leche que acogieron mis dudas y temores desde la compasión y la sabiduría.

 

De todos modos le contaré que no fue tan fácil para mí entregarme al sostén y compañia de otros  tuve que transformar varias creencias para poder ser sostenida y disfrutar de eso. Tuve que internalizar el : “No está mal pedir ayuda”, “ No tienes que saberlo todo está bien no saber”, “ es bueno y necesario a veces ser sostenida” . 

 

Asi empece a Criarme como madre: reconociendo la importancia de ser acompañada, dándome el permiso para pedir ayuda y ser sostenida, permitiendo fallar porque  todo es aprendizaje y los caminos pueden ser infinitos!. Desarrollando una mirada compasiva de mi 

 

Así que mujer busca tu Red de Apoyo!.  Lo ideal es que puedas tenerla desde que estás embarazada.  Luego lo que vayas necesitando de esta Red de Apoyo irá cambiando conforme avanza la crianza, pero siempre será necesaria. Tener compañia, apoyo y sostén no es un lujo es necesario.

 

Ten en cuenta que:

-  Las personas que te acompañen lo hagan desde la empatía,  sin exigencia,  ni juicio. 

- Permítete decirles que es lo que necesitas. 

 

Si estás leyendo este post y no eres madre , pero acompañas a alguna asegurate de estar siendo empático y acompañando sin exigencias ni juicios.

 

 Aqui estamos para acompañarnos!!! y Criarnos juntas ! Seguimos!!

​

​

Seria lindo si me cuentas la historia del encuentro de tu Red de Apoyo !! y/o tu primera experiencia como madre.!!  Me encantará leerte…..puede escribirme por aca o a mi IG Crianza Interior

 

Shirley Documet

Mamá / Terapeuta de Artes Expresivas

documetshirley@gmail.com

​

​

​

​