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Cuando nació mi primera hija me sumergí en las aguas de la maternidad de frente y profundo!! . Estábamos en otro país solos mi esposo y yo y me tocó vivir esa primera maternidad lejos de mi familia. Desee una y mil veces tener al costado a mi madre  para que pueda sentir mi barriga, ver de cerquita el movimiento de mi pequeña dentro, contener mis angustias, calmar mis miedos  y abrazarnos de alegría; cada llamada telefónica era un momento para llenarse de cariño y energía familiar para continuar “la espera” Sin embargo, la novedad del primer embarazo y la emoción de tener esa vida creciendo dentro mío eran compañia que llenaba cualquier vacío;  cuando me embargaba la nostalgia y la tristeza sólo pensaba en que ya estaba acompañada y esa nueva vida me llenaba de energía, me renovaba y me impulsaba a seguir; sin duda alguna mi vida se sentía enriquecida con esta nueva vida dentro.

 

Luego de nueve maravillosos meses nació mi hija Lucía, no puedo explicar la dicha tan grande que sentí al verla, me sentí plena, completa, y feliz. Desde esa dicha y felicidad estaba dispuesta a sumergirme en sus cuidados. 

 

Nos embarcamos  entonces mi bebé y yo en una danza, ahí estaba conociendo a mi hija y conociendome también a mi como madre: conociendo como era yo cuando mi bebe lloraba, cuando no me salía leche, cuando debía cambiarla, cuando me desvelaba, cuando me maravillaba y sorprendía su desarrollo, cuando sentía un amor inmenso, cuando ya no podía más. Sentí que ingrese al tiempo sin tiempo, a un lugar único e irrepetible que mi bebé y yo estábamos creando, casi un mundo surreal, en el que los días eran a veces noches y las noches a veces días… las hormonas por dentro además se estaban reorganizando y la sensibilidad la tenía a tope, era imposible seguir  el ritmo del cotidiano concreto. Sentía que existía un mundo adentro ( el mío y el de mi bebe) y otro  afuera ( el cotidiano concreto).. ...que funcionaban en paralelo…o  a veces también me sentía la mediadora entre el mundo de mi bebé y el mundo real……y yo en el medio, en un lugar un tanto límbico…Entonces ¿qué cosa “loca “ me estaba pasando? … pues era  “la experiencia materna” que me estaba invitando a realmente  transformar todo : desde mis tiempos, hasta la manera de verme a mi misma y de estar en el mundo. El Psicoterapeuta Daniel Stern, señala que cuando nace un bebé la madre ingresa a una “nueva y única organización psíquica que denominó Constelación Maternal…. .. esta constelación-determinará  un nuevo conjunto de tendencias a la acción, sensibilidades, fantasías, temores y deseos”. Eso me estaba pasando!!, tal cual!!.

 

Y las aguas maternas comenzaron a mostrar sus corrientes…habían días en que fluía hermosamente, las aguas calmadas y  refrescantes. .. y otros en los que simplemente me habitan la inseguridad, y todo parecía un misterio por resolver…para el que yo no tenía ni idea… todo de cabeza…. .yo me convertía en marea alta… en esos días, extrañaba a mil a mi madre, a mi hermana, a mi abuela, a mis amigas.. y a todas las mujeres-madres que conocía, necesitaba a gritos que me mostraran un camino,  que me acompañaran y/o que me dijeran que el camino que yo elegía estaba bien. 

 

 Por esas cosas de la vida conocí la Liga de la Leche y no dude en unirme, no me importo que tuviera que transportarme un tramo largo con mi hija a cuestas con tal de encontrarme con otra mujeres que estuvieran pasando la misma experiencia tan única como la mía. Fue hermoso ser parte de un círculo de mujeres, sentirme acompañada en toda esa vorágine de emociones.. fueron  mi cobijo concreto...y me pude recostar en ellas para descansar sin exigencias, porque me comprendía, porque vivían lo mismo que yo!!!!   con ellas podía expresar mis dudas sin que parezcan tontas, sin aparentar nada, podía expresar la dicha inmensa por mi hija, y podía también renegar y expresar mi frustración. A partir de la vivencia en este grupo descubrí la importancia de maternar acompañada.

 

La madre tiene “ funciones maternas” como diría el Pediatra y Psicoanalista Winnicott,  relacionadas al sostener al bebe y cuidarlo para que crezca física-psíquica y emocionalmente saludable. Entonces toda esta sensibilidad a flor de piel y vivencia surrealista son necesarias para que estas funciones se puedan cumplir. Sin embargo, realizar esta funciones se vuelve más difícil si la madre no tiene una red de Apoyo que la sostenga y acompañe. Una Red de apoyo en la que pueda compartir desde  las cosas concretas del hogar  ( para que ella pueda dedicarse al bebe) hasta su propia vorágine emocional. 

 

Stern le llama “Matriz de Apoyo” , menciona que esta debe tener lo siguiente (y yo estoy de acuerdo):

  • Contribuir a  cubrir las necesidades vitales de la madre. 

  • Liberarla, en la medida de lo posible, de las exigencias externas

  • Rodearla de apoyo, compañia, valoración, y cariño. 

 

Sin duda todo  hubiera sido mucho más difícil  si mi esposo no hubiera compartido conmigo las labores de la casa  y los cuidados de Lucia, sino  hubiera sido también  mi cable a tierra y mi paño de lágrimas; y si no hubiera encontrado este grupo de mujeres de la Liga de La Leche que acogieron mis dudas y temores desde la compasión y la sabiduría.

 

De todos modos les contaré que no fue tan fácil para mí entregarme al sostén y compañía de otros  tuve que transformar varias creencias para poder ser sostenida y disfrutar de eso. Tuve que internalizar el : “No está mal pedir ayuda”, “ No tienes que saberlo todo está bien no saber”, “ es bueno y necesario a veces ser sostenida” . 

 

Así empecé a Criarme como madre: reconociendo la importancia de ser acompañada, dándome el permiso para pedir ayuda y ser sostenida, permitiendo fallar porque  todo es aprendizaje y los caminos pueden ser infinitos!. Desarrollando una mirada compasiva de mi 

 

Así que mujer busca tu Red de Apoyo!.  Lo ideal es que puedas tenerla desde que estás embarazada.  Luego lo que vayas necesitando de esta Red de Apoyo irá cambiando conforme avanza la crianza, pero siempre será necesaria. Tener compañia, apoyo y sostén no es un lujo; es necesario.

 

Ten en cuenta que:

Las personas que te acompañen lo hagan desde la empatía,  sin exigencia,  ni juicio. 

- Permítete decirles que es lo que necesitas. 

 

Si estás leyendo este post y no eres madre , pero acompañas a alguna asegurate de estar siendo empático y acompañando sin exigencias ni juicios.


 

 Aqui estamos para acompañarnos!! y Criarnos juntas!! Seguimos!!



 

Seria lindo si me cuentas la historia del encuentro de tu Red de Apoyo !! y/o tu primera experiencia como madre.!!  Me encantará leerte…..puede escribirme por aca (comentarios) o a mi IG: @crianzainterior

 

Shirley Documet

Mamá / Terapeuta de Artes Expresivas

documetshirley@gmail.com

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Maternar Acompañadas

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